La mayoría de los lugares imprescindibles de la ciudad se encuentran tras las murallas de la antigua medina. El corazón palpitante de la ciudad es la plaza Jmaa el Fna, patrimonio oral e inmaterial de la humanidad por la UNESCO, con el apogeo de su bullicio al atardecer.
El otro símbolo de la ciudad, es la Koutubia, erigida por los Almohades en el s.XII y modelo para la torre Hassan de Rabat y la Giralda sevillana. El tercer gran punto de interés, son los bulliciosos Zocos, epicentro del comercio en la Medina y en los que el regateo se convierte en imprescindible; dentro de estos, nos encontramos con la encantadora placita Rahba Kedima, el antiguo mercado de esclavos y adentrándonos más por los zocos llegaremos a la medersa Ben Youssef, la escuela coránica.
Enfrente la Koubba Almoravide, únicos restos que de su dominación quedan en la medina y al lado el Palacio M´Nebhi, que acoge en la actualidad el Museo de Marrakech, en esta parte de la ciudad se encuentran también dos de las más de sesenta fuentes que hasta los años cincuenta abastecían de agua a la medina, la Fuente Mouassine, junto a la mezquita del mismo nombre y la Fuente Chrob ou Chouf.
En la zona de la Kasbbah, y una vez que crucemos la famosa puerta Bab Agnaou, llegaremos a las Tumbas Saadianas, donde se albergan los mausoleos de esta dinastía entre los siglos XIV y XVI, no muy lejos las grandiosas ruinas del Palacio El Badi. Junto a la puerta Bab Berima, que da acceso a La Mellah o barrio judío, nos encontramos el pintoresco Zoco de las Especias y un poco más allá el Palacio de la Bahía con sus jardines y los museos Dar Si Said y Dar Tiskiwin, dedicados al arte marroquí y arte bereber respectivamente.
Uno de los símbolos de Marrakech se encuentra fuera de la medina e invita a un paseo al atardecer en calesa. Es el pabellón de La Menara y sus jardines; otros jardines importantes son el de Majorelle, con su Museo de Arte Islámico y por supuesto el Palmeral. También los veinte kilómetros de murallas y algunas de sus diecinueve puertas merecen una visita aparte.
Si queremos apreciar el verdadero sabor de un mercado popular no debemos perdernos el que se monta todas las mañanas en los alrededores de Bab Doukala, lleno de todos tipo de productos agrícolas; y los jueves por la mañana, en Bab El Khemish, hay un colorista mercado de ganado, además del zoco cubierto permanente, en el que se pueden encontrar antigüedades y artesanía. Otro sitio donde adquirir artesanía es el Complejo Artesanal de Marrakech, situado en la avenida Mohamed V, al lado del Ayuntamiento.
Los más aventureros, tienen una alternativa al tradicional paseo en calesa para visitar la ciudad, el globo aerostático, desde el que tendremos un punto de vista totalmente diferente de Marrakech.
Para ampliar esta información así como consultar otras muchas cuestiones acerca de la ciudad o el país, la web de turismo de Marruecos nos permitirá preparar con la suficiente antelación nuestro viaje.