Las habitaciones

Bab Debbagh

  “Puerta de los curtidores”, la más importante de la zona este de las murallas, desemboca en el barrio de los curtidores, donde aún es posible ver trabajar el cuero mediante técnicas tradicionales; siguiendo la calle del mismo nombre, llegamos a la Qoubba Almorávide, a la Medersa Ben Youssef, o al Museo de Marrakech.

Esta preciosa habitación, en la primera planta, es uno de los antiguos cuartos reservados a las mujeres, mantiene sus celosías asomándose al patio de recepción, para poder ver sin ser vistas, e incluso poder comprar desde arriba sin que los vendedores tuvieran que entrar al harem. Tiene un diván corrido junto a los ventanales y su cuarto de baño posee ducha y las paredes recubiertas de tadelakt tradicional.